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martes, 5 de marzo de 2013

Adiós Al Pañal

No hace mucho les hablé de mi embarazo que, aunque algo accidentado, recuerdo con mucho cariño esa especial etapa de mi vida. Si bien los embarazos suelen estar marcados por nuestras hormonas locas que bailan al son que les place, lo cierto es que en lo que al bebé se refiere he de decir que cada semana, cada mes, eran muy marcados. Puntual como un reloj se producían la gran mayoría de los cambios previstos. Les cuento esto porque luego descubrí que incluso después de haber nacido, mi hijo sigue siendo muy regular en sus cambios. Cada mes, casi con exactitud el peque nos suele sorprender con algunos de sus cambios. Unas veces son mas notorios que otros pero están ahí.

El mes pasado nos sorprendió con un par de cambios grandes, dos "adioses". Por un lado, se despidió de las siestas (aunque no de las esporádicas) y por otro, un definitivo adiós al pañal. Lo de las siestas, pues ya se sabe, o la duerme y nos acostamos todos a partir de las doce de la noche o la suprimimos y el peque se va a dormir sobre las ocho con tiempo para dormir las horas necesarias para el día siguiente.

En cuanto al pañal pues hemos pasado algunas fases desde "Preparándonos Para Dejar El Pañal". Una entrada de lo mas documentada que escribí hace unos meses donde yo misma comencé a ver las alternativas existentes en cuanto a orinales, reductores y demás.

Resumiendo un poco les diré que los primeros meses los dedicamos a familiarizar al peque (y a nosotros mismos) con los conceptos y que no empezamos mas en serio hasta Septiembre del año pasado. Compramos un reductor pero al comienzo se negó a usarlo porque en la guardería usaba orinal. Una vez pasó al váter en la guardería lo exigió también en casa, creo que se lo tomó como un ascenso.

La parte que más nos costó y ya no hablo del peque sino de nosotros, sus padres, fue la de atrevernos a salir a la calle con el peque ya sin pañal. Como siempre, todos opinan, todos aconsejan y te dejas llevar especialmente por los casos "negativos" que escuchas. Al final decidimos hacer caso omiso (y porque ya tocaba,  es decir, nos lanzábamos o nos lanzábamos) y todo fue coser y cantar; no ha tenido problemas para hacer pis de pie o sentado ni para "regar los árboles" cuando toca. Solo una vez se hizo pipí encima y al parecer le sirvió para no hacérselo mas, el peque es muy auto crítico en ese sentido. 

Lo mismo nos ocurrió con lo de quitarle el pañal mientras dormía y como siempre estaba seco pues optamos por quitarle primero el de la siesta. Lo demás vino con naturalidad, unos días después suprimimos la siesta (por los motivos que ya les conté) e imagino que con eso de que ya pasaba todo el día sin pañal llegó una noche (justo dos días después de cumplir los dos años y medio) en la que nos dijo que no quería ponérselo. Y desde entonces, ni un pipí encima, nada, sequito. 

Estoy segura de que aún nos quedan muchas mas fases por pasar pero quería hacer hincapié en el hecho de que las cosas tienden a suceder con naturalidad, los niños van necesitando sus cambios a su propio ritmo y que nosotros, los padres, "solo" tenemos que estar pendientes de las señales que nos van dando nuestros hijos y guiarlos. A veces son varios cambios juntos, otras uno a cada vez y nunca, nunca tienen por qué vivir la experiencia igual que otros niños. No nos dejemos llevar por el miedo a lo que pueda ocurrir porque con toda seguridad la realidad será bien distinta de lo que esperabas.

jueves, 3 de mayo de 2012

Preparándonos Para Dejar El Pañal...



Poco a poco se va acercando el momento de dejar el pañal. El peque parece estar ansioso por hacer sus necesidades donde lo hacemos nosotros y muchas veces me llama para decirme que está haciendo tal o cual cosa en el baño. Bueno, ya se que eso no es lo mismo que saber controlar el esfínter y avisar cuando se tienen ganas y esas cosas pero por algo se empieza. Vamos, que a estas alturas podemos decir que ya conoce bien a Pipí, Popó y sus diferentes variantes nominativos:
Como me han dicho que lo mejor es comenzar con el cambio en verano, por aquello de que en invierno con el frío la cosa se complica, pues le estamos dando tiempo al peque a madurar la situación (y acrecentando sus ansias), mientras esperamos a que llegue el calorcito.

Mientras tanto, he estado investigando un poco sobre cual de las opciones sería la mas adecuada en nuestro caso. Parecía muy fácil pero al final me he visto haciendo todo un estudio de mercado. Básicamente las opciones son las siguientes; el uso del orinal o directamente el váter con o sin reductor de asiento. Parece sencillo ¿verdad?. Lo mas fácil es elegir la opción y a partir de ahí hay un sin fín de modelos.

Orinales hay muchísimos, desde los mas básicos:
También están las "perfectas" imitaciones de váter:



Pasando por los que son 3 en 1, es decir, orinal, reductor y alzador;




Hasta los hay con música o ruidos que animan a los niños a seguir efectuando la "operación" con éxito:




Sobre los orinales hay muchas opiniones, hay quien los acoge como primer paso y hay quien piensa que para qué añadir un paso intermedio cuando se puede enseñar al peque a hacer sus necesidades en el váter. 

Así que si lo que queremos es saltarnos la fase del orinal, podemos enseñar al peque directamente en el váter,  y en prevención de que se nos "cuelen" por el agujero añadirles un reductor al asiento. Parece mas sencillo pero con los reductores ocurre prácticamente lo mismo que con los orinales, los hay sencillos, anatómicos, con o sin respaldo, con muñecos...
Y claro, también existe la versión con alzador porque, ya puestos, al principio a los peques les cuesta llegar hasta arriba para sentarse.




A veces parece que en según qué cuestiones con el paso del tiempo vamos complicando las cosas. Mis ojos (jóvenes, por cierto) llegaron a ver casas antiguas con baños donde el váter era un agujero en el suelo. ¡Qué fácil sería para los niños entonces!...y económico, y práctico... Aunque sí, estamos deacuerdo en que esa opción también tiene otros muchos inconvenientes. 


Hoy en día lo sencillo es lo complicado a la vez. Tenemos un montón de opciones y lo que mas cuesta a veces es elegir y tomar la decisión mas adecuada, pues se trata mas bien de acertar con lo que pensamos que le pueda ir mejor a nuestros hijos. Muchos incluso escogen varias de las opciones a la vez, hay muchas casas con orinal y reductor para según qué casos.


Y tú ¿qué opción has elegido o piensas elegir para tu hij@?.